viernes, 23 de agosto de 2019

La enésima genialidad de TVE




Son unos genios. Nos llevan años de ventaja y hay que admitirlo. Se ríen en nuestra cara y nosotros les aplaudimos. Porque sí, TVE lo ha vuelto a hacer: ha toreado como ha querido a los eurofans, gracias a un puñado de cedeses que han acabado con el conato de motín que se ha vivido en Twitter.

No es una sorpresa que en TVE son unos genios en cuanto al manejo de las redes sociales. Todos los años lo demuestran, porque todos los años seguimos picando como idiotas en las mismas gracietas de siempre. Hoy, han intentado una nueva: “los jaskas”. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, con motivo del día del hashtag se les ha ocurrido hacer un “simpático” concurso en el que los eurofans ponían sus etiquetas favoritas. Pero ha pasado algo “chorprendente”: se les han llenado las notificaciones de comentarios del tipo “poneos a trabajar” o “Antonia, pa’ su casa”.

Tampoco es una sorpresa que en el eurofanato hay cierto hartazgo. Pero tampoco es una sorpresa que, a la mínima que hay miguitas de pan, todos corren a picotear. Y es que en cuanto han enseñado una foto con cedeses y toda clase de souvenirs eurovisivos… ¡al ataque! Todos los eurofans han respondido en masa poniendo ochocientos cuarenta y siete millones de hashtags, no sea que se queden sin su regalito. Nosotros somos unos básicos, y ellos en cambio son unos genios. Es una realidad que hay que asumir cuando hablamos de los continuos fracasos de TVE en Eurovisión, y de por qué sus responsables siguen en su puesto. Y siguen por el efecto quitamanchas.

Quitaron las manchas del fracaso de Manel con OT. Quitaron las manchas del fracaso de OT con el Junior (del que, por cierto, nada más se ha vuelto a saber porque la cuenta de Twitter registra actividad cero desde hace un mes). Y ahora, que llevan unos cuantos días de quejas en Twitter porque no dan ni un palo al agua (porque no lo dan), descubren un nuevo invento: los regalitos. Y todos los eurofans corriendo al encuentro del señor (o de la señora Antonia, en este caso). Lo dicho: son unos genios.

Mientras tanto, sin irnos muy lejos, vemos que nuestros vecinos más cercanos ya han puesto la maquinaria en marcha: en Portugal tenemos ya las bases del Festival da Cançao; en Francia, los rumores apuntan a un cambio de formato hacia la elección interna; en Italia, Sanremo ya tiene a su flamante nuevo director artístico… ¡si hasta la BBC se está moviendo! Pero en TVE, si el guion es el de todos los años (cosa que es altamente probable), seguiremos la siguiente pauta:

·         “Ya estamos trabajando, pero ahora estamos centrados en Eurovisión Junior”.
·         “Tenemos cinco opciones sobre la mesa, y estamos buscando cuál es la mejor. Estamos motivados tras el éxito en Eurovisión Junior”.
·         “Estamos en diciembre, todavía es pronto para decidir”.
·         “Hemos optado por repetir Operación Triunfo como formato de selección. Queremos darle una oportunidad”.
·         “Es que es muy difícil encontrar buenas canciones porque todos los artistas tienen ya sus proyectos en marcha”.
·         “Este año hemos apostado por un escenógrafo que a los eurofans les va a encantar: Tinet Rubira”.
·         “No sabemos lo que pasa con la TVE neerlandesa, pero no nos hace caso”.
·         “Estamos en los ensayos, todavía podemos cambiar las cosas”.
·         “No esperábamos este resultado: hay que cambiar el sistema de votación”.

Ya queda menos para un nuevo bottom de España en Eurovisión. Merecido, porque nuestra televisión pública merece quedar absolutamente todos los años en el bottom. Y, viendo el comportamiento y actitud de algún grupo de eurofans, es posible que nosotros también nos merezcamos ese bottom anual que ya es tradición en Casa Toñi. ¿Cambiarán algún día las cosas? Si seguimos así, desde luego que no…

Los pericaris tienen el papel de “Don Limpio” en la delegación española. Pero con tuits así, que rozan el bochorno porque se ríen en nuestra cara (a lo mejor hasta nos lo merecemos por seguir aguantando la misma mierda de delegación todos los años, vaya usted a saber), lo único que consiguen es contribuir a la infamia. Porque España en Eurovisión tiene el papel de país que sobra: no ha aportado musicalmente nada relevante desde el año 2005, y solo ha conseguido enfadar a todos los países organizadores porque, salvando los años 2017 y 2019, nunca se llevaba todo cerrado de casa.

Hemos conseguido dos patéticos Top 10 en esta década (y de casualidad, ambos con el décimo puesto gracias a dos extraordinarias voces, pero con dos canciones muy mediocres), y nada ha cambiado. Hemos tenido preselecciones bochornosas como Objetivo Eurovisión u Operación Triunfo. Ni uno solo de los años de esta década se ha empezado a trabajar antes de diciembre en Eurovisión. ¡Ni uno! ¿Qué pretende conseguir esta gente así? ¿Que les llueva una victoria del cielo? Pues que sigan esperando otros cincuenta años, porque en el desierto no suele llover mucho…




lunes, 20 de mayo de 2019

Reflexiones sobre España de cara a Eurovisión 2020

Fuente: RTVE.es

Pongamos un ejemplo: un alumno ha repetido varios años. A pesar de eso, él sigue empeñado en no dejar el instituto, y ahí sigue ocupando su silla. Al igual que en el resto de cursos, empieza como siempre: llega tarde a clase, no hace los deberes, no estudia, suspende los exámenes... hasta que, de repente, decide cambiar de actitud en el tercer trimestre y arreglar el curso. Y, sorprendentemente, trabaja bien durante este tercer trimestre, que aprueba. ¿Pero consigue aprobar el curso? No: sigue suspendiendo como ha hecho todos los cursos anteriores. Ante esto, el alumno se pregunta qué ha podido fallar. Él asegura que lo ha hecho todo bien, y que ya no sabe qué más hacer para poder aprobar. Bien: pues ese alumno es España en Eurovisión 2019.

La candidatura española estaba abocada al fracaso desde sus primeras decisiones. Por motivos contractuales, tuvimos que volver a comernos OT como sistema de selección, con una Gestmusic que no quería saber nada, una RTVE que quería quitarse rápido el marrón de encima y unos concursantes que no tenían interés alguno (salvo honrosas excepciones) en ir al Festival. A eso hay que añadir el ínfimo nivel de los temas, todos ellos rozando la vergüenza ajena (y que no dejaban de ser descartes que nadie quería). Este año pasaba por ser un puro trámite, otro bottom cantado y a pensar en 2020.

Pero algo de repente cambió. La delegación empezó a trabajar, se contrató a Fokas Evangelinos y se llevó una propuesta escénica que, gustando más o menos, estaba perfectamente trabajada. A pesar de ello, el destino de España estaba escrito y, aunque se han dado pasos en la buena dirección, seguimos muy lejos de acercarnos tan siquiera a luchar por estar regularmente entre los 15 mejores. ¿Y ahora? Vamos a plantear los posibles escenarios que se le abren a RTVE si quiere realmente volver a ser competitiva en el Festival de Eurovisión, centrándonos en aquello en lo que siguen fallando: el proceso de selección de canción.


Escenario 1: transición hacia una preselección


Pongamos el caso de que en nuestra corporación pública de radio y televisión alguien decide que hay que trabajar en aquello que sigue fallando: el proceso de selección de canción. Y tienen claro que el camino a seguir es el de una preselección, pero creen que no están lo suficientemente preparados para llevarla a cabo. ¿Cuál es el formato lógico de transición? Una elección interna. Pero evidentemente no puede ser una elección interna cualquiera: tiene que ser un nombre que suscite el suficiente interés a nivel general, con una canción que suene constantemente en la radiofórmula.

Convencer a un artista para representarnos en Eurovisión no va a ser fácil, lo sabemos todos. Pero hay tiempo de sobra e ideas para llevarlo a cabo. Desde ir directamente a por un artista, ofreciéndole condiciones tremendamente atractivas (promoción constante en todos los programas de la cadena, programas dedicados al artista -incluida la emisión de un concierto o del programa musical de nochebuena-); hasta ir a por compositores de renombre para que compongan un gran tema y, una vez compuesto, buscar conjuntamente qué artista es el idóneo para interpretarlo. Los caminos son múltiples, siempre y cuando se respeten dos elementos: un gran tema y la búsqueda de un gran apoyo por parte del país.

Escenario 2: elección interna como vía de futuro


En este escenario, desde RTVE consideran que España no es país de preselecciones, o que simplemente no quieren gastar dinero ni tiempo en hacer una gala de preselección, por lo que optan por la vía rápida: elección interna. Partiendo de los elementos expuestos en el escenario anterior, vamos a profundizar un poco más sobre la base de esta elección interna.

Primero, quién tendría que llevar a cabo esa elección interna. Creo que queda bastante claro que esta decisión tiene que basarse en criterios musicales principalmente, pero también televisivos. Y que esta decisión no puede ser tomada en solitario por gente de la televisión pública, sino que hay que ampliarlo a gente de la industria musical española. Por tanto, un comité de expertos en diferentes áreas tendría que ser el encargado de la designación de la candidatura.

Aprendiendo de los errores de los demás podemos hacer un análisis más preciso de la situación. Especialmente fijándonos en Bélgica: un país ha escogido canciones extraordinarias que han sido destrozadas vilmente por sus intérpretes. Por ello, vuelvo a lo dicho en el escenario 1: tal vez el camino más adecuado sea el de escoger una canción, pensando siempre en la canción, y a partir de la misma buscar quién sería el intérprete más adecuado. Otra opción sería la que usan los portugueses en su Festival da Cançao: son los propios compositores de los temas los que deciden quién los interpreta. Múltiples son las opciones, pero funcionarán siempre y cuando se consiga tener una gran canción con un intérprete que consiga hacerla suya e interpretarla adecuadamente.

Escenario 3: preselección


En RTVE deciden que no quieren hacer años de transición, y que consideran que hay que establecer un formato público de selección. ¿Cuál es el camino a seguir? Vamos a fijarnos en los países más parecidos musical y socialmente a España para poder definir qué ha funcionado (y qué no), y en base a eso elaborar una propuesta para España.

¿Quiénes, musicalmente, se asemejan más a España dentro de Europa? Los países mediterráneos y Portugal. Si nos fijamos en Italia, tenemos a Sanremo como formato de selección (de forma indirecta, dicho sea de paso); si miramos a Portugal, tienen el Festival RTP da Cançao, formato con años de Historia. Ambos son festivales que gozan de un largo recorrido y de una tradición dentro de sus respectivas sociedades, por lo que poco podemos rescatar de ambos... o tal vez algo sí.

Fijémonos en Portugal. Tras abandonar el Festival, decidieron darle un giro de tuerca a su Festival da Cançao, abandonando el estilo Objetivo Eurovisión que protagonizó los años anteriores (incluyendo el bochornoso FdC del 2014) para centrarse más en lo importante: la canción. Dejando el resultadismo a un lado, los éxitos están ahí: tres grandes canciones presentadas a Eurovisión, que ya quisiéramos en España. Y especialmente reseñable ha sido la edición de este año, con un extraordinario nivel de canciones y artistas, participando los primeros espadas de la industria musical portuguesa. ¿Cómo ha conseguido Portugal cambiar la imagen "friki" del Festival da Cançao para convertirlo en una referencia? Pues con una sola palabra: trabajo.

Hay vida más allá del Melodifestivalen, y el Festival da Cançao es el ejemplo perfecto. Tenemos que abandonar la idea de querer copiar a los suecos porque, ni sabemos, ni debemos. España tiene que buscar su propio camino, con un formato que tenga un sello musical y televisivo reconocibles (como el propio Melodifestivalen, el Eesti Laul o el A Dal, siendo estos dos últimos formatos muy recientes) y aprendiendo de los aciertos y errores de aquellos países con los que tenemos más semejanzas. Un Festival da Cançao es inviable en España, pero no es inviable que podamos aprender de él. Igual que podemos aprender de Sanremo la obsesión que tienen por el concepto "canción italiana", y que hace que cualquiera de las canciones italianas en el Festival sea perfectamente reconocible a primera escucha (cosa que, habitualmente, no pasa con las españolas -exceptuando el idioma-); o igual que podemos aprender del Melodifestivalen su forma de hacer televisión de un modo impecable. De todas podemos aprender, pero siempre que busquemos un formato con esencia, propio, abierto a mejoras y transformaciones en el tiempo, pero que perdure.

Y ese es principalmente el gran problema de España con los formatos de selección: que ninguno dura más de 3 años. El reto es dar con la tecla de encontrar algo con lo que seguir, sean cuales sean los triunfos o fracasos iniciales, porque se confía en que ese trabajo al final dará resultados. No podemos pretender que, de la noche a la mañana, España se codee con Italia, Suecia, Noruega o Rusia: son países que tienen una tradición competitiva en lo musical que, a día de hoy, España no tiene. Y eso se consigue con tiempo y trabajo, no hay más misterio.

Conclusiones finales


El "no sabemos ya qué hacer" que tanto pregonaban tras el batacazo (esperable) de Miki es mentira: ahí están los tres caminos a seguir. RTVE se piensa que, por un año en el que ha trabajado a medias, se iba a quedar bien; no contaban con que las otras 24 finalistas (excluyo al Reino Hundido por obvios motivos) también trabajan no solo como España, sino más y mejor. Si España quiere competir de verdad, si se quiere llevar una propuesta que funcione, hay que trabajar desde ya en buscar la mejor propuesta. Ahí tienen los tres escenarios posibles: si quieren realmente quedar bien y llevar una propuesta con la que salgamos con la cabeza bien alta (independientemente del resultado), elegirán uno de ellos; si, en cambio, pretenden hacer un paripé (como todos los años), tendremos que esperar hasta diciembre para saber qué nueva fórmula by Toñi Prieto se les ocurre.

martes, 26 de agosto de 2014

Videntes


Ayer por la noche me dispuse a ver, tumbado en mi sofá, uno de esos programas de "predicciones exactas" que dan en la grandiosa TDT. La cosa es que esos programas tienen algo extraño que hace que te enganche. Posiblemente por algunas burradas que sueltan o por la facilidad que tienen para engañar a señoras, ya sean llamadas falsas o no (dos señoras consecutivas de Barcelona llamaron al programa diciendo que se llamaban Géminis y Sagitario, y lo mejor de todo es que sus signos eran distintos), decidí quedarme un rato a presenciar semejante espectáculo durante un breve espacio de tiempo. Y la verdad es que no defraudó.

El vidente en cuestión es el Maestro Joao. Desconozco el porqué de lo de "maestro". Lo mismo cuando era pequeño jugaba a las cartas de Yu-Gi-Oh! y era un crack, y decidió autodenominarse "maestro". O a lo mejor es profesor y por las noches le gusta ponerse la bufanda de su abuela (sí, es verano y el tío iba con una especie de bufanda de esas de lana que hacen las abuelas, pero con una especie de puntitos brillantes muy inquietantes). Sea por lo que sea, el señor llevaba una túnica negra con la dicha bufanda, un collar grandote circular (ese collar es la clave de algo, no tengo ni idea de qué, pero es la clave), y el anillo de su abuela. Llevando tantas cosas de su abuela, he podido llegar a la conclusión de que a lo mejor está poseído por el espíritu de su abuela, que tiene el contacto con el más allá, y le obliga al nieto a vestir así. Pero son simples hipótesis.

Bueno, empieza el show. Lo primero que me llama la atención es que tiene dos figuritas, una que parece ser de la Virgen con el niño, y otra que es la clave, un busto de Jesucristo. Porque amigos, este vidente es mandado por el mismísimo Vaticano, o tiene toda la pinta cuanto menos. Y en el momento en el que menos lo esperas, entra la primera llamada: Teresa, de Barcelona. Dice que tiene muchos problemas, mucho lío. Y le deja al vidente "libertad" para que decida qué hacer con su vida. Mal. Porque ahora el vidente sabe todo. Si fuera vidente vidente, de los videntes de toda la vida, no le haría falta preguntar ni el nombre, ni la edad, ni el signo, ni si mi primo es fan de Fernando Alonso. Porque un vidente de verdad lo sabría. O al menos que hiciera como las pitonisas del Oráculo de Delfos, que hacían predicciones tipo "pronto encontrarás el sendero". Pero no, ellos viven al límite. Se la juegan. Y por ello hacen predicciones tipo "echa una rebequita en el coche, que lo mismo el domingo refresca", pero más a lo grande.

Pero no nos desviemos del tema, y volvamos con el caso de Teresa de Barcelona. El vidente saca una primera baraja de santos. Y le sale San Agustín. Dice que eso significa "que busca respuestas". Qué casualidad oiga. Justo le dice la señora que necesita respuestas, y le sale el santo que dice que busca respuestas. Y luego saca una segunda baraja, estilo española pero a lo paranormal. Él dice que sale la sota de espadas. Pinchan el plano cenital y ahí no hay sota de espadas. Ahí hay una señora con un bebé, una especie de río y una cosa que sujeta un círculo. Que a lo mejor algo de eso es la sota de espadas, no lo sé. Pero que saque una baraja más sencillita...

A lo largo del rato que lo estuve viendo, llamarán tres señoras más, pero nos centraremos en dos particularmente, las conocidas como "Géminis y Sagitario". A la primera le inquieta que no pueda vender un piso que tiene alquilado hasta diciembre. El "maestro" (o sus cartas) pronostica que próximamente tendrá "una entrada de dinero". No se ha arriesgado mucho, eh... Y con la segunda todavía menos. Señora mayor, que dice que hace poco se le murió un pariente cercano femenino (no recuerdo ahora exactamente de quién se trataba). El vidente se la juega, y dice que "un ente masculino" le protege. Hay que tener en cuenta que la señora tiene 70 años, por lo que mucho no se la jugó... y claro... ¡bingo! La señora dice que se le murieron tanto el padre como el marido. Da una chapa y el vidente vuelve a jugársela: "es el padre, es el padre", apunta. Lógico, ya que es la señora la primera que menciona la posibilidad de que sea el padre porque había sido muy protector con ella. Pero al tío se le ve contento con su predicción.

Con todo ello he conseguido extraer una conclusión: cualquiera que sepa hablar sin parar, tenga unas cortinas en casa, un collar hortera, una bufanda de su abuela y dos barajas (una española y otra del UNO), puede ser vidente. Si os lo proponéis, podéis. Ánimo.

domingo, 23 de febrero de 2014

El día después de MQV a Eurovisión: balance


Ayer tuvo lugar en Barcelona la gala de elección del representante español en el Festival de Eurovisión 2014, y que por sorpresa mejoró notablemente las expectativas que muchos teníamos puestas en 'la pública'. Sin embargo... ¿fue tan tan tan buena, o es que ya nos conformamos con cualquier cosa que no dé vergüenza ajena? Bueno, vamos a hacer el 'balance de daños':

Aspectos positivos
Centrándonos únicamente en la gala y no en otros aspectos como el Twitter de TVE que tanto juego ha dado este año, fue una gala sin fallos de sonido, una iluminación espectacular, buen escenario, los mejores grafismos jamás creados para una preselección (y dinámicos, así como no se daban errores del pasado), buenas postales de presentación muy a lo preselección de cualquier país europeo que se lo curra un poco (con publicidad subliminal de RTVE.es, pero bueno, esa se la pasamos)... y Anne Igartiburu 'cantando'. Sí. Por fin en una preselección española el presentador deja de ser un mero títere para introducir algún gag, para interactuar con el espectador. Siempre he reclamado que ese papel de presentador debería realizarlo alguien cómico, que podría dar mucho más juego. Pero aunque fuera un playback más malo que Arbeloa jugando de portero, se agradece algo de dinámica.

Aspectos negativos
Otro año más, nos la han vuelto a colar por la escuadra con la duración. Según la EPG, debería haber terminado la gala a las 23:14. Únicamente acabaron con 45 minutos de retraso, casi nada. Por hacer una comparativa, en Suecia se ventilan intro, 8 canciones, interval, dos votaciones y una nueva actuación de los dos finalistas en media hora menos de lo que duró la gala española. A eso hay que añadirle las cosas carentes de sentido: los momentos 'abrimos la caja' dignos de un programa que competía en día y hora, las 'valoraciones' del jurado, los cartelitos de 'voz en directo' (¿de verdad eran necesarios?), los caretos de los eurofans cada vez que se pronunciaba 'eurofan', la sirenita (WTF!?), los recaps tras cada canción que se pueden ligar al hecho de no hacer las cinco canciones del tirón, y que a su vez se relaciona con el gran error de la gala: abrir líneas al principio.

En conclusión, ¿ha sido la mejor gala jamás hecha por Televisión Española? Sí. ¿Queda mucho por mejorar? Bastante. Se ha abierto un camino, pero hay muchas cosas que pulir de cara futuro. ¿Se pueden pulir? Sin duda, únicamente hace falta liberarse de los topicazos rancios que aún perduran y poner voluntad. No se puede preparar una gala a una semana de emitirse, ni mucho menos organizar una preselección en pleno enero.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

De cómo evitar una 'cutrepre' y otros errores evitables


Tal y como hemos podido ver en diversas webs esta semana, TVE se debate entre llevar a Ruth Lorenzo u organizar una preselección con 'caras reconocidas'. La mayoría de la gente se ha posicionado por la idea de la elección interna por el miedo a que TVE organice una de sus maravillosas cutrepres pero... ¿por qué una preselección es una buena idea este año?

Puliendo errores del pasado
Está claro que toda la gente que no quiere preselección tiene miedo a lo que pueda hacer la pública. Y los precedentes están claros: en 2008, Chikilicuatre. En 2009, galas deprisa y corriendo con una final emitida en el late night a continuación de una semifinal. En 2010, John Cobra. En 2011, le quitaron lo baila'o a Lucía... ¿pero realmente era todo ello evitable? ¿Cómo puede salir algo decente teniendo en cuenta los precedentes con los que contamos?

Bueno, los hay que tenemos esperanza. Todavía. Empecemos por la que personalmente considero que ha sido la mejor preselección organizada, y de largo, por TVE: 2010. La gala de Destino Oslo fue una gala de gran factura: el decorado era correcto (aunque tanto corazón eurovisivo...), el plató espacioso (a pesar de esa obsesión que tienen por no poner asientos para todos se la tienen que hacer mirar) y la calidad de las canciones, o al menos de ocho de ellas, era digna de cualquier preselección. ¿Cuál fue el problema? El mismo del año 2008: el frikismo. John Cobra se coló, y se armó la que se armó. ¿Se podría haber evitado? Por supuesto, y de la manera más simple de todas: abrir periodo de envío de candidaturas pero que sea la propia Televisión Española, como hacen las televisiones nórdicas, la encargada de elegir los diez temas (en el caso del 2010, y personalmente creo que entre 8 y 10 canciones es un número ideal). Y aquí vamos a uno de los aciertos del año 2009, que fue el de la división de los temas por categoría musical. ¿Qué aporta esta división? Variedad. Ya hemos visto que en la preselección alemana de este año ha sido todo un éxito esa variedad de estilos, lo que permite que cada canción tenga su encanto, que no se repita suecada-suecada-suecada...
Otro de los fallos que siempre he destacado de este tipo de preselecciones es la utilidad o no del jurado en el plató. Además de hacer las galas eternas, las opiniones del jurado muchas veces son superfluas, y que en muchos casos sirven para incitar al público a que vote por una determinada canción, o en algunos casos únicamente indica el gusto del miembro del jurado en cuestión por una determinada canción. Por tanto, ¿presencia de votación por parte del jurado? Sí. ¿Presencia del jurado en el plató? No. Además de que generalmente los jurados que nos encontramos son muy variopintos, y en algunos casos, como en el 2011, la calidad de alguno de los miembros quedó en entredicho. ¿Por qué no apostar por gente de la casa, como los expertos de Radio 3, o gente del mundo eurofan?

Por último, dos aspectos clave: la duración y el presentador. Las galas de elección de representante en muchas ocasiones han sido largas y aburridas, cuando se le puede dar mayor velocidad e intensidad. Aunque no fueron preselecciones como tal, las galas de elección de canción de Pastora Soler y El sueño de Morfeo fueron infumables, lentas y aburridas. ¿Quién puede ayudar a la hora de darle ritmo a la gala? El presentador. Las cualidades de Anne Igartiburu como presentadora son indudables, pero quizás hace falta darle un carácter informal como hacen en Alemania o Suecia. En otra entrada mencioné al Ciudadano García como un presentador que podría funcionar en estas labores, pero se me ocurre otro nombre: Carlos Latre. En Uno de los Nuestros le hemos visto en su mejor faceta: sketches mezclados con canciones cómicas. Sin duda sería una elección brillante y que llamaría mucho la atención. Y si lo complementamos con alguien como Anabel Alonso podría quedar una gala realmente divertida y entretenida.

Mayor interactividad = Mayor audiencia
Ya hemos visto que las audiencias de las preselecciones en los últimos cinco años, salvo quizás la de Destino Oslo, han sido bajas. Por tanto, ¿cuál es la mejor fórmula para lograr una mayor audiencia? Captar la atención del espectador. Es lógico que dando la lata con promociones de la gala en Corazón, La Mañana de La 1, la Champions, Entre Todos, etc. se llame la atención pero... ¿hay otras fórmulas?

Eso lo sabe hacer muy bien la SVT. ¿Por qué no organizar una rueda de prensa para presentar a los candidatos? Y ya puestos... ¿por qué no organizar un streaming para que los eurofans, no únicamente de España, sino del resto de Europa puedan conocer a los candidatos? Y no únicamente eurofans, seguro que a alguno le picaría la curiosidad y entraría a verlo. Porque cosas peores se han visto, como un streaming de Raphael grabando el Tamborilero...

Y por supuesto, la herramienta de interactividad por excelencia: Twitter. En la preselección suiza del pasado año para este año vimos el mejor ejemplo, con la muestra de tuits en pantalla y la presencia en todo momento del hashtag. ¿Por qué no crear un hashtag para cada candidato, como ya se ha hecho en MasterChef? Además, recién estrenada la aplicación de +TVE y el servicio interactivo del Botón Rojo, se puede sacar muchísimo rendimiento a una gala de estas características.

Conclusión
En resumen, ¿se puede organizar una preselección decente? Sí. ¿Puede TVE? Sí, únicamente le hace falta mostrar interés en hacer las cosas bien, sin gastar dinero, es más, ahorrándolo incluso. Por tanto, si este año se decantan por preselección, no tienen excusa para organizarnos una 'cutrepre' porque han tenido una gran opción para la elección interna. Y mejorar no cuesta nada, únicamente un poquito de interés.

jueves, 15 de agosto de 2013

Cómo sería una preselección ideal de Eurovisión: La gala


Hace un tiempo escribí sobre lo que para mí sería una preselección ideal para el Festival de Eurovisión, una idea sencilla que salió de mi cabeza tras el batacazo que se llevó España en la pasada edición. Ni mucho menos pensaba que iba a tener tanta repercusión y que iba a gustar tanto. Tanto, que me animé (y animaron) a hacérsela llegar a Televisión Española (de hecho, y tras un mes intentándolo, finalmente lo logramos, y está en manos de Federico Llano, Carlos Mochales y compañía el llevarla a cabo o no). Tras un tiempo, he decidido imaginarme cómo sería esa gala, y me he dado cuenta de dos cosas: en 45 minutos no entra todo (de hecho está pensado sobre 5 minutos más, 50), y que con poco se puede hacer mucho. Pero vamos a ver cómo sería la cosa...

Empezando por el principio, con esa imagen de cabecera, hay que señalar varios aspectos. El primero de ellos es que no hace falta hacer una cabecera cutre, que la EBU ha hecho una estandarizada que puede ser usada, y que para nuestro caso nos vendría muy bien por dos aspectos: ahorrarnos tiempo y "esfuerzos" en hacer algo cutre, y usarla de base para presentar a los patrocinadores culturales que estén dispuestos a colaborar. A modo de lo que se puede ver en los principales eventos deportivos o, como es el caso del siguiente ejemplo, en los European Music Awards de la MTV:

 

Siguiendo con el tema cabecera, quedaría muy bonito un vídeo promocional de la ciudad que celebre esta gala, en el caso pensado Madrid. Como ya dije en la anterior ocasión, el objetivo es máxima calidad a mínimo coste, y hay que buscar todas las maneras posibles para minimizar el coste del uso de la instalación. Y un anuncio promocional en el Prime Time de La 1 tiene mucha visibilidad, así como recordemos que esta emisión también se ofrece por Internet y por el Canal Internacional, por tanto es una opción interesante turísticamente hablando. Y más si nos dan los Juegos Olímpicos...
Grabar una pieza introductora de unos 30" no cuesta nada, ni siquiera una tarde. Cualquiera que haya estado en el Palacio de los Deportes sabe que en un kilómetro a la redonda están, entre otros lugares de interés, la Casa de la Moneda, la Calle Goya, la Calle Alcalá y Torrespaña. Por tanto, grabar una pequeña pieza de introducción no supondría esfuerzo alguno.

En cuanto a la música empleada, con retroceder a la versión del Te Deum de Destino Eurovisión 2011 valdría, y por supuesto olvidarse de ese crimen contra la humanidad que es la versión del Te Deum que ha usado TVE en 2012 y 2013. La usada en 2011 es simple y cumple su función de introducción. De hecho hasta la propia cabecera quedaría muy bien en las transiciones entre canciones.

Entrando ya propiamente en la gala, hay tres nombres que creo que podrían hacer un gran papel en la labor de conducción del show: Miki Nadal, Anabel Alonso y el Ciudadano García. Especialmente el último de ellos, por el hecho de ser un hombre de la casa (Esto me suena en RNE, La Mañana de La 1) y por su particular humor, lo que supondría llegar tanto al público joven como a un público de más edad. Sería el ideal porque sabe buscar el chascarrillo fuera de guión, y tampoco aparecería mucho en escena, únicamente al inicio, en las transiciones y, evidentemente, en las votaciones. 
Su labor comenzaría en los primeros cinco minutos de programa, en los que tendría que explicar la mecánica de la gala, los participantes y la localización y fechas del próximo festival. Seguidamente, dar paso a la primera actuación.


La presentación sería breve, para que entre canción y canción únicamente transcurra un minuto. El objetivo es que sea una gala rápida y dinámica, en la que las actuaciones son las únicas protagonistas. El grafismo tendría que ser algo parecido al de la imagen, que juegue con ondas en un rectángulo. Evidentemente, en el caso de la imagen mostrada no se ven muy bien las letras porque es un montaje rápido, lo suyo sería que los colores conjugaran perfectamente (negro, gris, blanco, azul).
En cuanto al escenario, con algo sencillo y empleando los recursos que posee TVE ya sería suficiente, por tanto el objetivo es el de pulir los graves errores comentidos en Eurovisión 2009: El retorno. Ilustro con un ejemplo:


El suelo del escenario es casi perfecto: una larga pasarela a modo y semejanza de las usadas en las últimas ediciones, rodeada por público. A añadir sería mayor profundidad y anchura, es decir, adaptarlo a las condiciones del Palacio de los Deportes. A pulir, el tema iluminación (vemos que al inicio de la canción es muy molesto), que sí que cumplió su función perfectamente en la gala de Destino Oslo. De hecho, el fondo empleado en esa gala sería el ideal (sin la pantalla de la derecha, ya que no se necesita instalar una pantalla porque el Palacio de los Deportes cuenta con cuatro pantallas, una en cada esquina). No hace falta un fondo con leds o pantallazos para hacer una escenografía excelente, el objetivo es que tanto la voz como la coreografía se puedan exportar al Festival y únicamente tener que preparar el tema fondo, que es lo que hacen el resto de países.


En cuanto a las cámaras, con utilizar el mismo número que en Eurovisión 2009: El retorno (en el vídeo de Soraya he contado 6) es suficiente. Las localizaciones son evidentes: una en la grada para ofrecer un plano general al inicio y al final de la actuación, la steadicam para los planos cercanos, y 3 ó 4 fijas en función del espacio disponible.

Volviendo al grafismo de la gala, en cada actuación habrá un hashtag de apoyo y aparecerá el número de la actuación en pantalla. Aparecen a continuación, junto a la muestra mencionada, una imagen del recap y una idea base de las votaciones:


En cuanto a las votaciones, el sistema está explicado en el post anterior pero vuelvo a mostrarlo a continuación:
En primer lugar tendríamos a un jurado internacional compuesto por 5 países, uno de ellos España, compuesto por expertos de la música. Darán el 25% de los votos. El 75% restante, a modo Melodifestivalen, lo dará el público. Con esa combinación, tendríamos el ganador.
[...] se podrá votar tanto por la App de RTVE como por SMS y teléfono. Los teléfonos aparecerían en pantalla en la zona superior izquierda de la pantalla (durante el programa emitido entre la primera y la segunda parte de la gala).
 Al tener varios jurados, desaparecen del escenario los miembros del jurado español (algo que todos sabemos que quedaba muy cutre  que únicamente molestaban -sí, rencor por el poco espacio que nos dejaron a los que estuvimos de público en la gala de Pastora-.). El jurado español sería el quinto y último en votar, votando los jurados en orden inverso a la proximidad geográfica con España. Al igual que en el Melodifestivalen, los votos del público los dará el presentador.

Y así quedaría el desarrollo de la gala. Algo rápido, entretenido, y que podría darnos a todos un gran resultado en Dinamarca, y a TVE en audiencias.

domingo, 19 de mayo de 2013

Cómo sería una preselección ideal de Eurovisión


Me dispongo a escribir estas líneas tras lo acontecido ayer por España en el Festival de Eurovisión, no por la actuación en sí sino por las consecuencias que puede tener el resultado. Un penúltimo puesto nunca es plato de buen gusto, y menos para una discográfica como Warner que, si no ha sabido apreciar las bonanzas de este maravilloso festival, que parece que sí, con un 25/26 puede que se despida de seguir apostando por él.

Yo no tengo la fórmula de la Coca-Cola ni sé cuál es el modelo de preselección dominante. Lo que yo planteo es un modelo nuevo, uno entre muchos, arriesgado y diferente, nunca visto, pero uno más. Creo que la solución de elección interna es un recurso de transición, y que la esencia de este festival son las preselecciones nacionales, las que nos llevarán el año próximo caminito a Dinamarca, algunas mejores que otras claro está, pero todas ellas nos permiten disfrutar. Con este modelo pretendo una reconciliación del público con Eurovisión, y de Eurovisión con el público; que TVE vuelva a apreciar la importancia de este festival, que se apueste fuerte por él, y que se vuelva a unir a toda España para que, una vez más, el festival arrase en audiencias.

Lo primero que debería hacer TVE es sentarse con cinco de las mayores discográficas de este país, a saber: Warner, Sony, EMI, Universal, y Blanco y Negro. Una vez allí, el objetivo es convencerles de por qué han de apostar por el Festival de Eurovisión, ofreciéndoles unas condiciones muy ventajosas (una audiencia entre 5 y 7 millones en España, más de 200 millones en toda Europa y parte del Mundo, campaña de publicidad en TVE durante los espacios de mayor audiencia -Champions, Águila Roja, Cuéntame...-) pero también algunas imposiciones (ellos serán los encargados de realizar la campaña publicitaria de cara al festival, pagarán la candidatura una vez se pise suelo danés... es decir, las imposiciones que hoy día tiene Warner, pero con más ventajas). Tras ello, el objetivo es convencerles para que cada una ponga sobre la mesa dos propuestas, con un total de diez candidaturas a representar a España en el Festival de Eurovisión, preselección mediante.

El siguiente paso sería lograr el apoyo de una gran radio musical (Los 40, Europa FM) por un doble objetivo: que la preselección se convierta en una auténtica fiesta, y que los diez temas suenen a todas horas en la radio, consiguiendo captar la atención de los oyentes y atrayendo a más gente al día de la preselección. Tomando como ejemplo la programación de Los 40, el objetivo sería presentar las canciones un los dos programas de mayor audiencia de Los 40 de Lunes a Viernes, que son ¡Anda Ya! y Del 40 al 1. Cada día, en esos dos programas se daría a conocer un fragmento de un minuto de cada una de las canciones, por tanto en dos semanas se habrían presentado todas ellas con un único fragmento para abrir boca. En esa misma segunda semana, se pondrían tanto en la web de RTVE como en la de Los 40 las canciones al completo, realizando spots y recordatorios varios tanto en La 1 como en Los 40 de que ya están disponibles las canciones. Así se conseguiría generar expectación día a día, tanto en el sector eurofan como en el público general.

El último paso es el de la gala, culminación de la asociación con la radio musical. Sería un programa en Access Prime Time, de 22:00 a 22:45 en una primera parte, y sobre la medianoche la segunda. ¿Por qué esa franja horaria? No nos engañemos, la audiencia de las preselecciones españolas suele ser muy mala (excepciones de Chikilicuatre y Diges). Colocándola en el APT, justo antes de un programa de gran audiencia (MasterChef, Águila Roja, Cuéntame, Isabel) se conseguiría atraer más audiencia al estar ese gran programa entre la gala y los resultados. Digo ésto porque al término de ese programa, justo al acabar, se volvería a conectar con la preselección para dar los resultados (duración de 5-10 minutos, no más).

Mecánica de la preselección: Ya no hablamos de la típica cutrez en Prado del Rey. Hablamos de un gran evento en Madrid, con entradas a la venta, en colaboración con Los 40, Europa FM o la radio que sea. Los presentadores deben conectar con el público (apostaría por Xavi, el de Los 40 o el de Europa FM, el que queráis), no deben aparecer demasiado en escena porque la esencia de la gala son los intérpretes y las canciones. Tras una pequeña intro de 5 minutos, se interpretarían todas las canciones y se abrirían las líneas. Durante la duración de, pongamos un ejemplo, Águila Roja, se podrá votar tanto por la App de RTVE como por SMS y teléfono. Los teléfonos aparecerían en pantalla en la zona superior izquierda de la pantalla.
¿Y qué pasa durante la emisión de Águila Roja? En el Palacio de los Deportes tendríamos algo similar a Primavera Pop o los Premios 40, con actuaciones de artistas nacionales e internacionales, de emisión exclusiva por 40TV y la web. De ahí que la venta de entradas pueda tener gran éxito. Al término de Águila Roja, anuncio de cierre de líneas y comenzaría la votación. En primer lugar tendríamos a un jurado internacional compuesto por 5 países, uno de ellos España, compuesto por expertos de la música. Darán el 25% de los votos. El 75% restante, a modo Melodifestivalen, lo dará el público. Con esa combinación, tendríamos el ganador.

Es un formato extraño, complicado y arriesgado, pero que estoy seguro de que funcionaría muy bien tanto en términos de audiencia como en popularidad, y que a TVE no le saldría demasiado caro por la venta de entradas y las diversas asociaciones con discográficas y radios.